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…Ahora me encuentro atrapado en una habitación. Solo hay instrumentos de corte, gabinetes, mesas y demás utensilios que contendría un taller de carpintería, soldadura, o hasta el simple garaje de alguna casa de clase media estadounidense. Se trataba de una simple habitación de 4 paredes, a mi izquierda con el escritorio atrás una ventana que dejaba ver un gran cielo estrellado en toda su amplitud; curiosamente con una cantidad mayor a la que se vería en plena intemperie sin ninguna luz artificial y única iluminación de una majestuosa luna llena en un cielo incorruptible de alguna nube. No obstante a esa peculiaridad lo único que iluminaba aquel pequeño cuarto era una radiante lámpara de luz blanca en aquella mesa.

Confundido me acerqué a la ventana con una inquietud en la que escuchaba mi agitada respiración por haber pasado por un acontecimiento agitado, pero inexplicable al no recordar de que podría tratarse. Al ver por aquella ventana más de cerca contemple en toda su plenitud al planeta Saturno con sus inconfundibles y bellos anillos rodeándolo con un gran espacio estrellado; comprendí que me encontraba en el espacio. Al ver hacia mis extremos visibles vi en la parte baja algo parecido a una estación espacial completamente destruida; comencé a creer que estaba en una cabina de escape o algo así por su peculiar aspecto interno.

Mi memoria volvió en si al verme con una bata blanca, una bata de científico. Al hacer memoria visualicé frente a mis ojos un experimento que resultó catastrófico; un ente había surgido y a acabar con todo a su paso. No tengo idea de cómo llegué ahí y cuál fue el escape que efectué; mucho menos si habría sobrevivientes que lograron salir de la misma manera que yo.

El tiempo pasaba y la desesperación me ahogaba; comenzaba a creer que nadie vendría a mi rescate y solo esperaba a morir en la locura. Decidido me acerqué a la puerta al no resistirlo más y acabar con mi tormento lanzándome al helado vacio. Al abrir la puerta efectivamente, era un acceso al extenso infinito del espacio. Parado de frente sentía una gélida sensación que me desnudaba y hacía mi respiración asfixiantemente lenta. Atormentado cerré la puerta, sin embargo quedando esta entreabierta retornando al centro de la habitación pensando en la agonía de mi final.

Pensando en qué hacer, caminaba de un lado a otro como un animal recién enjaulado; cada vez que pasaba por la puerta sentía esa helada sensación en mi piel y la falta de aire. Al ver en la parte más oscura por la parte izquierda de la mesa, observe 2 tanques de oxigeno y un motor de gasolina. Fue en ese momento que tuve la idea de explotar ese lugar y terminar con mi tormento de una manera sutil y efectiva.

Tras algunas horas de preparación logre crear una autentica bomba accionándola al jalar del cordón del motor. Sentado a un lado de todo el sistema teniendo en total contemplación a la ventana del otro lado tome una profunda respiración. Pensando en mi acción solo pensé en mis padres; al estar a punto de tirar de mi interruptor logre verlo sentados frente al escritorio; volteando a verme con una sonrisa. Aquellos rostros de mis padres eran las mismas que recordaba cuando se encontraban felices u orgullosos de algún logro o acción que hacía. Sentía gran confusión en ese momento por aquella extraña visión, ¿Se trataba de alguna señal o solo era la falta de oxigeno que podría haber por todo el tiempo que estaba la puerta entreabierta?

De pronto un gran estruendo se hizo sentir; como si algo hubiera golpeado aquel cuarto. De la puerta de pronto entra una extraña criatura de gran tamaño, muy similar a la criatura Alien; misma que recordaba que causo estragos en la nave. Al ve que se dirigía hacia mi rápidamente jalé el cordón cerrando los ojos con serenidad.

Pasaron algunos segundos, y no sentía nada pasar. Al abrirlos noté que mis padres y la criatura ya no estaban, todo seguía sereno. No entendía que había sido todo eso. De igual manera con mi mano en el cordón, mi mente ahora se llenaba de la decisión de fin con pensamientos sobre el cielo y el infierno ¿A dónde iría si me encontraba en el espacio? ¿Cómo podría calificarse mi acción?

Decidido deseé llevar mi fin a cabo, sujetándolo bien, tiré de él y cerré mis ojos con todas mis fuerzas. Esta vez sentí una gran sensación en estremecimiento por un segundo; al otro una extraña sensación de lentitud en el lapso de tiempo con la misma sensación y el tono luminoso frente a mis parpados. Esta vez sabia que la bomba había sido detonada.

Ahora me encuentro, descendiendo mi visión lentamente a un extraño lugar inmensamente amplio. Todo luce de color oro; el cielo no era visible por una inmensa y gruesa capa de nubes, a la derecha de mi panorama un feroz tornado, el suelo, una tierra agrietada por escasez de agua; pero con esa peculiaridad en las grietas que formaban círculos, señal de que alguna vez hubo. Finalmente frente a mí observaba personas caminando sin rumbo como prisioneros; todos ellos envueltos de la cintura a la cabeza con una capa similar a una camisa de fuerza y siendo todos de oro y lamentándose. Mi pregunta ahora ¿Acaso estaba en el infierno?

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…Ahora me encuentro atrapado en una habitación. Solo hay instrumentos de corte, gabinetes, mesas y demás utensilios que contendría un taller de carpintería, soldadura, o hasta el simple garaje de alguna casa de clase media estadounidense. Se trataba de una simple habitación de 4 paredes, a mi izquierda con el escritorio atrás una ventana que dejaba ver un gran cielo estrellado en toda su amplitud; curiosamente con una cantidad mayor a la que se vería en plena intemperie sin ninguna luz artificial y única iluminación de una majestuosa luna llena en un cielo incorruptible de alguna nube. No obstante a esa peculiaridad lo único que iluminaba aquel pequeño cuarto era una radiante lámpara de luz blanca en aquella mesa.

Confundido me acerqué a la ventana con una inquietud en la que escuchaba mi agitada respiración por haber pasado por un acontecimiento agitado, pero inexplicable al no recordar de que podría tratarse. Al ver por aquella ventana más de cerca contemple en toda su plenitud al planeta Saturno con sus inconfundibles y bellos anillos rodeándolo con un gran espacio estrellado; comprendí que me encontraba en el espacio. Al ver hacia mis extremos visibles vi en la parte baja algo parecido a una estación espacial completamente destruida; comencé a creer que estaba en una cabina de escape o algo así por su peculiar aspecto interno.

Mi memoria volvió en si al verme con una bata blanca, una bata de científico. Al hacer memoria visualicé frente a mis ojos un experimento que resultó catastrófico; un ente había surgido y a acabar con todo a su paso. No tengo idea de cómo llegué ahí y cuál fue el escape que efectué; mucho menos si habría sobrevivientes que lograron salir de la misma manera que yo.

El tiempo pasaba y la desesperación me ahogaba; comenzaba a creer que nadie vendría a mi rescate y solo esperaba a morir en la locura. Decidido me acerqué a la puerta al no resistirlo más y acabar con mi tormento lanzándome al helado vacio. Al abrir la puerta efectivamente, era un acceso al extenso infinito del espacio. Parado de frente sentía una gélida sensación que me desnudaba y hacía mi respiración asfixiantemente lenta. Atormentado cerré la puerta, sin embargo quedando esta entreabierta retornando al centro de la habitación pensando en la agonía de mi final.

Pensando en qué hacer, caminaba de un lado a otro como un animal recién enjaulado; cada vez que pasaba por la puerta sentía esa helada sensación en mi piel y la falta de aire. Al ver en la parte más oscura por la parte izquierda de la mesa, observe 2 tanques de oxigeno y un motor de gasolina. Fue en ese momento que tuve la idea de explotar ese lugar y terminar con mi tormento de una manera sutil y efectiva.

Tras algunas horas de preparación logre crear una autentica bomba accionándola al jalar del cordón del motor. Sentado a un lado de todo el sistema teniendo en total contemplación a la ventana del otro lado tome una profunda respiración. Pensando en mi acción solo pensé en mis padres; al estar a punto de tirar de mi interruptor logre verlo sentados frente al escritorio; volteando a verme con una sonrisa. Aquellos rostros de mis padres eran las mismas que recordaba cuando se encontraban felices u orgullosos de algún logro o acción que hacía. Sentía gran confusión en ese momento por aquella extraña visión, ¿Se trataba de alguna señal o solo era la falta de oxigeno que podría haber por todo el tiempo que estaba la puerta entreabierta?

De pronto un gran estruendo se hizo sentir; como si algo hubiera golpeado aquel cuarto. De la puerta de pronto entra una extraña criatura de gran tamaño, muy similar a la criatura Alien; misma que recordaba que causo estragos en la nave. Al ve que se dirigía hacia mi rápidamente jalé el cordón cerrando los ojos con serenidad.

Pasaron algunos segundos, y no sentía nada pasar. Al abrirlos noté que mis padres y la criatura ya no estaban, todo seguía sereno. No entendía que había sido todo eso. De igual manera con mi mano en el cordón, mi mente ahora se llenaba de la decisión de fin con pensamientos sobre el cielo y el infierno ¿A dónde iría si me encontraba en el espacio? ¿Cómo podría calificarse mi acción?

Decidido deseé llevar mi fin a cabo, sujetándolo bien, tiré de él y cerré mis ojos con todas mis fuerzas. Esta vez sentí una gran sensación en estremecimiento por un segundo; al otro una extraña sensación de lentitud en el lapso de tiempo con la misma sensación y el tono luminoso frente a mis parpados. Esta vez sabia que la bomba había sido detonada.

Ahora me encuentro, descendiendo mi visión lentamente a un extraño lugar inmensamente amplio. Todo luce de color oro; el cielo no era visible por una inmensa y gruesa capa de nubes, a la derecha de mi panorama un feroz tornado, el suelo, una tierra agrietada por escasez de agua; pero con esa peculiaridad en las grietas que formaban círculos, señal de que alguna vez hubo. Finalmente frente a mí observaba personas caminando sin rumbo como prisioneros; todos ellos envueltos de la cintura a la cabeza con una capa similar a una camisa de fuerza y siendo todos de oro y lamentándose. Mi pregunta ahora ¿Acaso estaba en el infierno?